28 Dic Los mejores libros que he leído en 2021
Dado que el año está a punto de concluir, ha llegado el momento de escribir sobre los libros recomendados de 2021. Como cada año, me gustaría resaltar que me hubiera gustado leer más obras (habré rondado los 80 libros en total), pero gran parte de mi trabajo consiste en leer, por lo que en muchas ocasiones en mi ocio tengo que desconectar y socializar. Dicho lo cual, aquí os dejo mi lista de mejores libros de 2021.
Índice del contenido
La Ilíada de Homero
La mejor obra que he leído este año es, sin duda, La Ilíada de Homero. El lirismo, el carácter narrativo o la alternancia de pasajes sangrientos y emotivos dotan a la obra de una enorme complejidad y dinamismo. No me voy a explayar en exceso, ya que hace poco escribí un post sobre la obra de Homero que puedes leer en esta entrada.
En definitiva, La Ilíada narra los últimos 51 días de la guerra entre griegos y troyanos y cómo Aquiles, el héroe griego, venga la muerte de su amigo Patroclo, venciendo a Héctor y derrotando a la ciudad de Troya. Además de los pasajes orientados a la guerra (ríete tú de Juego de tronos), en sus páginas se describen las disputas de los dioses, el horror de la guerra y el sufrimiento de la población civil, entre otras.
Como la columna se mantiene firme sobre el túmulo de un varón difunto o de una matrona, tan inmóviles permanecían aquellos con el magnífico carro. Inclinaban la cabeza al suelo; de sus párpados se desprendían ardientes lágrimas con que lloraban la pérdida del auriga, y las lozanas crines estaban manchadas y caídas a ambos lados del yugo. Al verlos llorar, el Cronida se compadeció de ellos, movió la cabeza y hablando consigo mismo, dijo: “¡Ah infelices ¡ ¿Por qué os entregamos al rey Peleo, a un mortal, estando vosotros exentos de la vejez y de la muerte? ¿Acaso para que tuvierais penas entre los míseros mortales? Porque no hay un ser más desgraciado que el hombre, entre cuantos respiran y se mueven sobre la tierra.
Los hermanos Karamazov de Dostoievski
¿Qué podría decir de Dostoievski? Aunque larga y, en ocasiones, algo densa, la novela de Dostoievski es uno de los mejores libros de 2021. Como siempre en las novelas del ruso, la intromisión psicológica es el hilo conductor de una obra que tiene como protagonista a una familia “maldita” o, al menos, típicamente rusa. Fiódor Pávlovich Karamázov es un ser despreciable, un “bufón” que engendra tres hijos muy diferentes: Dmitri, soldado; Iván, intelectual; y Aliosha, hombre bueno y bondadoso que se recluye en un monasterio. La disputa por dinero entre el padre, Karamázov, y el hijo mayor, Dmitri, da comienzo a una historia en la que salen a la luz los odios, rencores y maldiciones del clan familiar.
No en vano, esta obra fue uno de mis libros del verano 2021 (suelo escoger las obras más extensas en este periodo), pues había leído que Sigmun Freud dijo que era la mejor novela jamás escrita.
Me he preguntado más de una vez si existe un sentimiento de desesperación lo bastante fuerte para vencer en mí este insaciable deseo de vivir, tal vez deleznable, y mi opinión es que no lo hay, ni lo habrá, por lo menos hasta que tenga treinta años. Ciertos moralistas desharrapados y tuberculosos, sobre todo los poetas, califican de vil esta sed de vida. Este afán de vivir a toda costa es un rasgo característico de los Karamazov, y tú también lo sientes; ¿pero por qué ha de ser vil? Todavía hay mucha fuerza centrípeta en el planeta, Aliosha. Uno quiere vivir y yo vivo incluso a despecho de la lógica.
El mar, el mar de Iris Murdoch
Sinceramente, no puedo describir con palabras lo sumamente buena que es esta novela. Para mi fortuna o desgracia, El mar, el mar fue la primera novela de Murdoch que cayó en mis manos, aunque no la última (ahora mismo estoy leyendo El libro y la hermandad). La sorpresa fue tan grata y placentera que, meses después, sigo pensando en algunos de los pasajes que recoge.
El mar, el mar narra la historia de Charles Arrowby, un conocido dramaturgo que decide comprar una casa en un remoto acantilado y pasar sus últimos días escribiendo sin distracción. Arrowby lo ha tenido todo en la vida (fama, dinero, éxito); sin embargo, nunca superó la desaparición de Hartley, su primer amor, quien, según el protagonista, lo abandonó sin explicación. Por casualidades de la vida, Arrowby y Hartley se reencuentran en el pueblo inglés, pero la no ya tan joven muchacha está casada y vive con su marido. No obstante, ello no impide que el ególatra y narcisista dramaturgo fuerce encuentros, persiga a Hartley y se obsesione con la que fuera su primer gran amor.
La profundad psicológica de esta obra es asombrosa y Murdoch encuentra el modo de presentar el choque entre la realidad y la idealización de Arrowby, la cual roza el delirio. Por el ello, ocupa la tercera posición en los mejores libros de 2021:
Mi piedad por ella no es necesariamente un artificio ni una impertinencia; puede sobrevivir, después de todo, como una serena evocación ignorante, silenciosa en su no posesividad, que ahora no es ya parte importante de mi vida, pero que persiste. El pasado encuentra al pasado y debe terminar en silencio, pero puede ser un silencio consciente que permanece con los ojos abiertos.
Hamnet de Maggie O’Farrell
Es muy probable que si te gusta la lectura hayas escuchado hablar de esta obra. Hamnet encabeza los listados de libros más vendidos de 2021 y se ha consolidado como una de las mejores obras del año. En cualquier caso, para mí esta novela es sorprendentemente delicada y, al mismo tiempo, dolorosa y desgarradora.
Con esta novela, Maggie O’Farrell detalla la vida de un hijo de Shakespeare, Hamnet, que sucumbió victima de un brote de peste. Sin embargo, en realidad el foco se sitúa en todo momento sobre Agnes, la mujer del dramaturgo, quien debe hacer frente a la ausencia de su hijo mientras su marido se encuentra en Londres escribiendo teatro y siendo afamado por la crítica. La muerte de Hamnet servirá a Shakespeare para componer su obra culmen (o, al menos, una de ellas): Hamlet.
Lo más interesante de la obra es el día a día de Agnes, una mujer que, como tantas otras a lo largo de la historia, se convirtieron en el soporte de los grandes genios y, al mismo tiempo, fueron invisibilizadas e incluso ignoradas por ellos.
¿Quién es esa persona que está a su lado, que la agarra del brazo, que la estrecha contra sí? Ve en ese rostro los pómulos de su hijo muerto, la forma de la frente, pero nada más. Solo vida, solo sangre, solo la prueba de un corazón resistente que late, de unos ojos brillantes por las lágrimas, de una mejilla arrebolada de sentimiento. Ella está vacía, sus límites son borrosos, insustanciales. Podría desintegrarse, romperse como una gota de lluvia al chocar contra una hoja. No puede irse de aquí, no puede cruzar esa verja. No puede dejarlo ahí.
Enero de Sara Gallardo
Mentiría si dijera que todo lo que leo de Sara Gallardo no es bueno. Eisejuaz, una de sus novelas más conocidas, acaparó los primeros puestos entre los mejores libros que leí en 2020. Este año he leído Enero, su primera novela, que muchos catalogan como relato por su brevedad. El argumento de esta obra es sumamente realista: Nefer, una joven de 16 años, queda embarazada tras un abuso. A lo largo de las páginas, la angustia de la joven es evidente, mientras su familia continúa su día a día sin comprender qué le ocurre a la joven.
En mi opinión, Gallardo es una de las mejores escritoras en lengua castellana. Además de sus tramas (personajes incomprendidos y atrapados en un entorno rural), el lirismo de la argentina es solamente comparable con otras obras de la literatura hispanoamericana como Pedro Páramo. No obstante, Gallardo es más cruda en su forma, lo cual dota al texto de un carácter punzante e increíblemente emotivo.
Tal vez fuera mejor sentarse, rechazar las mantas, recostar la espalda en la pared rugosa, pasar la mano por la frente y el pelo húmedos, cerrar los ojos. Era demasiado intrincada la trenza de ruidos en la oscuridad, con el pesado tictaqueo del despertados, la respiración de Alcira, los ronquidos de los padres a través de la puerta, los perros inquietos en la noche, los gallos próximos y lejanos, el propio corazón bombeando subido a la garganta que se asfixia, y encima de todo, pasando por el cuarto sin interrupción, el tiempo cargado de cosas que llegan y pasan, llegan y pasan pero no pueden apartarse.
El príncipe destronado de Miguel Delibes
El príncipe destronado es, desde el comienzo, una obra sobrecogedora. El hecho de convertir en protagonista a un niño de tres años, Quico, que acaba de ser destronado por su hermana, hace que sintamos lástima por este, que comienza a percibir el mundo pero no lo entiende. Esta obra de Delibes tan solo se extiende durante un día en la vida del joven Quico; sin embargo, a lo largo de las horas comprendemos la angustia del niño ante la nueva situación, la llegada de su hermana pequeña.
Al tiempo que se describe la vida de Quico, los lectores somos capaces de entender lo que el niño de tres años no atisba: la separación de los padres, la desgarradora historia del hogar o la soledad que parece acarrear la adultez, entre otras.
Mamá tejía una lana gris con ágiles movimientos de muñeca y, de cuando en cuando, las agujas metálicas, al entrechocar, hacían el mismo ruido que las tijeras de Fabián al cortarse el pelo. Sus ojos seguían el curso de la labor y, al concluir una vuelta, empujó maquinalmente los puntos contra la cabeza de la aguja y miró a tía Cuqui. Dijo:
– Le consientes demasiado.
– ¡Oh, no, no digas eso! Este niño necesita un cariño especial, Merche. No olvides que hasta hace poco era el rey de la casa. Es el príncipe destronado, ¿oyes? Ayer todo para él; hoy, nada. Es muy duro, mujer.
La voz de mamá era suave pero implacable:
– Tonterías – dijo-. Yo he destronado ya cuatro príncipes sin tantos paños calientes y me ha ido muy bien.
– Has tenido suerte, eso es todo.
Temporada de huracanes de Fernanda Melchor
Pese a que se publicó en 2017, Temporada de huracanes sigue encontrándose entre los libros más vendidos 2021 de la autora. Y, la verdad, no es de extrañar. Esta novela lo tiene todo: buena narración, misterio, denuncia social, increíble construcción y, sobre todo, intriga y ganas de seguir leyendo.
Temporada de huracanes se inicia con el descubrimiento del cadáver de la Bruja, una mujer a la que todos conocen en el pueblo. Sin embargo, a partir de este asesinato la narración da paso a un protagonista colectivo en el que diferentes personajes de la obra toman la palabra y describen su vida, su pasado y sus preocupaciones. Pese a su diversidad, los protagonistas están conectados; algunos, incluso, juegan diferentes papeles en la historia, siendo héroes y villanos a partes iguales. El resultado es una novela excepcional y, todo sea dicho, bastante violenta:
(…) muchachas gastadas antes de tiempo, arrancadas desde quién sabe dónde por el mismo viento que enredaba las bolsas de plástico en los cañales; mujeres cansadas de la vida, mujeres que de pronto se daban cuenta que ya no estaban para andarse reinventando con cada hombre que conocían, que ya de plano se reían, con los dientes despostillados, cuando les recordaban sus ilusiones de antaño.
Biografía de la luz de Pablo d’Ors
Había escuchado hablar de Pablo d’Ors en muchas ocasiones, pero nunca me decantaba a leer un libro suyo. Este año comencé con Biografía de la luz y, sinceramente, me fascinó, por lo que lo incluyo en los mejores libros de 2021. A diferencia de los libros anteriores, esta obra es un ensayo en el que D’Ors realiza una reinterpretación de los pasajes de la Biblia desde una perspectiva espiritual. No es necesario ser católico o practicante para disfrutar de este libro (de hecho, yo desconocía gran parte de las escrituras a las que se refiere D’Ors), sino simplemente alguien que busca un camino de plenitud y paz interior.
Muchos evangelizadores han confundido necia y lamentablemente el ideal de la fraternidad universal con el –infinitamente más modesto– de fortalecer una agrupación. Porque Jesús fundó una comunidad y una institución que hoy llamamos Iglesia, sí, pero no tanto una sociedad cerrada e identificada con algunos códigos alternativos –un grupo de iniciados y puros– cuanto una forma para caminar todos juntos, un movimiento dinámico. En su praxis –están quienes lo dudan– hay algunos actos indiscutiblemente fundacionales: la elección de unos cuantos, por ejemplo, el haced esto en memoria mía, el id por todo el mundo anunciando la noticia…
Feria de Ana Iris Simón
Si ha habido un libro best-seller en 2021 que haya causado un gran revuelo, ese ha sido, sin duda, Feria de Ana Iris Simón. Personalmente, y aquí tomo partido, la obra de Ana Iris me encantó desde que comencé a leerla (y yo cuento con la tercera edición, por lo que mi lectura se produjo antes de todo el revuelo mediático). Quizás sea porque he vivido escenas similares a las que describe la manchega en su obra (aquí una orgaceña orgullosa de sus orígenes rurales) o porque conocía a la perfección las ubicaciones y escenarios que se mencionan en la obra, el caso es que Feria es uno de los mejores libros que he leído en 2021.
Pero, por si no estás muy puesto en el tema editorial, te resumo por dónde van los tiros. Feria es un relato ubicado en la España de los años noventa entre las zonas rurales de Toledo y Ciudad Real. Gracias a la historia familiar, Ana Iris rememora su infancia y cómo la llegada de la modernidad ha provocado, también, consecuencias negativas en la zona rural: pérdida de empleo, caída del poder adquisitivo, individualismo… En mi opinión, el error con esta novela estriba en pensar que vas a leer un libro de ficción. La propia Ana Iris ha comentado que su obra no es una novela, ya que se trata de un género híbrido entre la novela y el ensayo y, en medio de la narración, la ficcionalidad se rompe y la autora aporta sus ideas sobre ciertos temas.
Personalmente no estoy de acuerdo con todo lo que comparte Ana Iris, pero tampoco lo estoy con otras autoras como Cristina Morales y, sin embargo, disfruto enormemente con la lectura de sus obras. De hecho, de Ana Iris se ha dicho que quiere adoctrinar, ¿pero acaso existe una obra en la que el autor o la autora no se asome al texto e intente convencer al lector sobre ciertos temas? Cristina Morales es un ejemplo de ello.
Si no entiendes lo que quiero decir, a continuación adjunto un extracto de la obra de Ana Iris:
Lo que viene después lo sabemos todos: tras el “Lo que pasó, paso” y el “Rakatá” y el “Agárrala, pégala, azótala”, después de lo que mi hermano Javi convino en llamar un día reguetón vintage, porque llegó a España a la par que él al mundo, vino el reguetón empoderado y empoderador, el reguetón como signo de pedigrí, de ausencia de clasismo o racismo en particular y de prejuicios en general (…) En aquellos tiempos disfrazarse de chica aún no era machista. Ahora sí, salvo si uno es Bad Bunny.
El director de David Jiménez
Llevaba años queriendo ahondar en el libro de Jiménez y este 2021 lo he hecho. El director es la obra que el exdirector del periódico El Mundo escribió tras abandonar el diario. Se trata, por lo tanto, de un texto autobiográfico en el que el autor ofrece pseudónimos de periodistas y empresarios conocidos (por fortuna o por desgracia, la mayoría de ellos han sido descubiertos por los lectores).
En esta obra se muestra la realidad de la prensa española en un momento delicado, cuando el diario El Mundo se tambaleaba sobre una cuerda y su supervivencia estaba en juego. Pero, más allá del trabajo periodístico en sí, lo que El director relata son los tejemanejes empresariales ocultos, la financiación que puede esfumarse tras la publicación de una noticia y los intentos por parte del poder para controlar la prensa. Sin embargo, Jiménez también tiene dardos para algunos de sus compañeros de profesión:
Algunos capos del periodismo capeaban la crisis aparcando las sutilezas para abrazar directamente lo que en las redacciones se conocía como el periodismo de trabuco. El sistema sostenía a nuevos diarios digital es que operaban haciendo a empresas e instituciones públicas ofertas que no podían rechazar: o ingresaban una determinada cantidad de dinero en publicidad o serían golpeados con informaciones comprometedoras, a menudo inventadas.
La primera vez que supe de la existencia del periodismo de trabuco fue a través de dos directivos de un gran banco, que se me quejaron amargamente de tener que pagar mordidas publicitarias. Cuando sugerí que denunciaran la situación, o incluso que me aportaran las pruebas para que lo publicáramos en ‘El Mundo’, me miraron sorprendidos:
—Todo el mundo paga —dijo uno de ellos.
Eduardo García Oliva
Posted at 13:21h, 29 diciembreGracias por los consejos Rebeca. Un placer como siempre leerte. Felices fiestas!